viernes, 31 de diciembre de 2010

EL YOGA DE LA MEDITACIÓN



Parte II

El Yoga del Bhagavad Gita

Continuación

El retiro o renuncia de la que habla el Gita, la 'Anasakti', que es su más grande enseñanza, no es una renuncia a algo existente, porque a lo existente no puede renunciarse, es absurdo pensar en abandonar lo que realmente está allí, la renunciación de que habla el Gita se refiere al error implicado en el pensamiento. Así que la renunciación no se refiere a aun significado valioso o real, sino a un error que existe en el pensamiento. Debemos renunciar al error que cometemos al pensar, y al eliminar dicho error del proceso del pensamiento, éste se purifica, y la errónea actividad, que ordinariamente es el Karma que ata, se convierte en acción Divina y dinamismo, el cual es purificador y liberador. Esto es lo que se denomina Karma-Yoga. El 'Samah' mencionado en este verso, la serenidad que es considerada como el más elevado medio de práctica, es un tipo de dinamismo superior o 'Sattva', que no puede compararse con el dinamismo o ausencia del mismo en 'Tamas'. Solo debemos traer a la memoria la pequeña ilustración sobre la altísima velocidad que puede verse como si no hubiese movimiento. Tal dinamismo es la acción divina o el trabajo de Dios, que se ha elevado a una frecuencia tal de intensidad, que ni los sentidos, ni la mente pueden captar su fuerza. La velocidad de la mente es la más elevada de las velocidades concebibles, pero la velocidad de la conciencia es mayor. Por esta razón, quizá, la Isa Upanishada nos dice en alguna parte, que antes de llegar un lugar la conciencia ya está allí. Aún antes de que la mente con toda su inconcebible velocidad trate de alcanzar un destino particular, la conciencia ya está presente allí, puesto que su velocidad es mayor que la enorme velocidad de la mente. El dinamismo de la conciencia es un tipo peculiar de actividad intensificada, la cual es diferente de la actividad física. Para todos los propósitos, es absoluta cesación de la acción. Pero es la manera como Dios actúa. Puede parecer que Dios no hace nada. Dios se afirma a sí mismo, está absorto en Él mismo. El Señor Siva con frecuencia es representado de este modo en nuestros Puranas y en nuestra tradición. Tal vez hayan visto retratos de Siva sentado en posición 'Padmasana', con los ojos cerrados y completamente absorto, como si no fuera consciente de lo que sucede afuera. Está cerrado a toda actividad. Está, por decirlo así, inconsciente de lo que sucede en el mundo, pero la verdad es que la absorción de Siva en las alturas de la meditación no es la oscuridad de la ignorancia, ni ausencia de conocimiento sobre lo que está sucediendo en el universo. Ciertamente es una intensa conciencia de las cosas, que probablemente se confundirá con una completa ausencia de conciencia. Lo que el Bhagavadgita espera que hagamos en la práctica del Yoga, es que nos elevemos de un tipo inferior de actividad, a uno elevado. Aquí debemos agregar una nota al margen, y es que debemos entender el significado de la actividad en su propio ambiente, en su propia connotación. No es movimiento físico, y así cuando nos elevamos más y más en el reino del espíritu, en los límites de la vida espiritual, no nos volvemos inactivos en el sentido de un individuo inútil, sino que surgimos con una personalidad más provechosa y comprensiva, capaz de una acción de más entidad, dotada con una capacidad para efectuar un mayor logro con la aparente ausencia de movimiento físico, pero donde el pensamiento se vuelve intenso.

La acción mental es la verdadera acción, la acción física por sí misma no es acción. Es la mente la que motiva al cuerpo físico mientras actúa. Si la mente no está activa y el cuerpo actúa mecánicamente, disociado de la conciencia de la mente, tal acción pierde su significado. Es una acción sin vida. Lo que ata o libera es la mente y no el cuerpo. Si estamos atados aquí, es a causa de que la mente piensa de una manera particular, y si vamos a liberarnos, eso, también, es a causa de un cambio peculiar que va a ocurrir en la forma de pensar. El cuerpo puede estar allí de la misma forma que lo ha estado. El Jivanmukta tiene un cuerpo que es el mismo que tenía cuando era niño, pero por dentro ha cambiado. Su mente se ha transformado y su conciencia ha alcanzado una tipo de concentración más elevado. Se ha convertido en un ser diferente aunque está dotado con el mismo cuerpo. El significado de todo este enredo se pone de manifiesto en mayor detalle en el siguiente verso: 'Se dice que uno se ha establecido en el Yoga cuando no se apega ni a los objetos de los sentidos, ni a las acciones, y ha renunciado a toda afirmación creativa de la voluntad'. La palabra 'Sannyasa', que significa renunciación, se define con frecuencia como un modo de vida disociado de la acción. Puesto que la mente significa todo en el desarrollo de la acción, tenemos que cambiar la idea que tenemos sobre Sannyasa, aunque tentativamente podemos conceder que Sannyasa sugiere retiro de la acción. Mas, ¿qué es acción? El criterio del Yoga es ‘Sarva-sankalpa-sannyasa’. La voluntad creativa o las afirmaciones del órgano psicológico con seguridad pueden considerarse como la causa de nuestras ataduras, y el medio para la liberación será una reorientación en el sistema de voluntad creativa. Cuando se logra la liberación, la voluntad individual se convierte en Voluntad Divina. Cuando la voluntad individual actúa independientemente, se supone que tiende hacia la esclavitud. Cuando la Voluntad Divina actúa y toma posesión de la personalidad, entonces opera la Voluntad liberada. Aquí debemos pensar un poco sobre la naturaleza de la voluntad del individuo y la de la Voluntad Divina, pues 'Sankalpa' no es otra cosa que voluntad, y se nos dice que debe haber un abandono o renuncia de toda voluntad con el propósito de establecerse en Yoga, para convertirse en 'Yoga-Arudha'.¿Qué significa voluntad o 'Sankalpa'? En la vida no somos esclavos excepto de la voluntad.

El gran autor Schopenhauer escribió una obra maestra en tres volúmenes llamada "El Mundo como Voluntad y Representación", probando con su tesis que no hay nada en este mundo, excepto la voluntad. En los diferentes matices de su significado la voluntad es esclavitud y también liberación. La voluntad que esclaviza es de un tipo particular, y es a ésta a la que se nos pide renunciar para establecernos en Yoga. La voluntad esclavizadora es el primer instinto auto-afirmativo dentro de nosotros, el cual insiste en la independencia del individuo y en un aislamiento de la personalidad que corta la relación con los demás. En suma, es la voluntad egoísta, la voluntad que afirma el ser individual, el ser corporal, el ser personal, el ser localizado, esta es la voluntad esclavizante. Esta es la voluntad a que se nos pide renunciar para llegar a ser ‘Sarvasankalpa-sannyasins’.

Este es el oculto y real significado de 'Sannyasa'. La voluntad individual urge, demanda y clama por aislamiento e independencia absoluta de personalidad. 'Yo', es el significado que hay tras ese deseo. En el sentido individualizado, 'Yo' atado a la apariencia del cuerpo. El 'Yo' corporal es la voluntad del individuo. Sabemos cuánto amor tenemos por este cuerpo y qué significado asociamos con la existencia corporal. Cada valor está sumergido en la vida corporal. Nuestros placeres son físicos. La vida que vivimos es física, y cada objetivo que perseguimos en ella está igualmente asociado con la existencia y continuidad del cuerpo físico y sus necesidades. Tal afirmación es la voluntad del individuo, la cual es la voluntad que encadena. Podemos preguntar: ¿Cómo encadena? ¿Cómo puede causar aflicción esta voluntad que afirma la individualidad física o la personalidad aislada? Encadena al traer aflicciones en serie, y esto sucede a causa del hecho de que la verdad de las cosas es diferente de lo que la voluntad del individuo afirma con vehemencia.

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