domingo, 29 de noviembre de 2009

PRESUPUESTOS PSICOLÓGICOS

Para comenzar es necesario aclarar ciertos errores respecto del yoga, los cuales prevalecen especialmente en algunos lugares de Occidente. El yoga no es magia ni hazaña física o mental. El Yoga está basado en una sana filosofía y una profunda psicología. Es un proceso educacional mediante el cual la mente humana es entrenada para que se torne más y más natural, sacándola de las condiciones de vida no naturales. El Yoga tiene un contacto particular con la psicología y, como estudio del ‘yo’, trasciende la psicología tanto general como clínica, y conduce a un nivel de vida super-normal. En Yoga nos estudiamos a nosotros mismos, mientras que en nuestros centros de enseñanza se nos pide estudiar objetos. En el sistema de Yoga lo que se requiere no es el estudio de las cosas, sino el estudio de la estructura misma del estudiante, puesto que lo conocido no es totalmente independiente del conocedor.

¿Cómo conocemos las cosas? Hay un proceso misterioso por el cual llegamos a conocer el mundo, y la vida es una actividad de tal conocimiento. Un estudio de la mente es un estudio de sus relaciones con las cosas. La instrucción ‘Conócete a Ti Mismo’, implica que cuando nos conocemos, conocemos todas las cosas conectadas con nosotros, por ejemplo, conocemos el universo. En este estudio debemos proceder siempre de lo bajo a lo alto, sin precipitación o provocación de las emociones.

La primera cosa de que somos concientes mediante la experiencia es del mundo. Existen ciertos procesos que toman lugar en la mente, por medio de los cuales llegamos a conocer la existencia del mismo. Hay sensaciones, percepciones y cogniciones, que caen bajo lo que llamamos ‘percepción directa’ o ‘conocimiento directo’ (pratyaksha), mediante las cuales se conoce, evalúa y juzga el mundo, con el propósito de establecer relaciones. Esas relaciones constituyen nuestra vida social.

Un estímulo de los sentidos sucede por la vibración que procede del objeto exterior. Esto sucede de dos formas: (1) por la presencia misma del objeto y, (2) por los rayos de luz, el sonido, etc., que emanan del objeto; vibraciones que afectan la retina de los ojos, el tímpano de los oídos o cualquiera otro de los sentidos. Tenemos cinco sentidos de conocimiento y a través de ellos recibimos toda la información concerniente al mundo. Si los cinco sentidos no actuaran, no podríamos saber si existe mundo. Por tanto, vivimos en un mundo de sentidos. Cuando la estimulación sensorial es producida por vibraciones recibidas de fuera, nos activamos. La actividad sensoria estimula la mente mediante el sistema nervioso, el cual conecta los sentidos con la mente por medio del prana o energía vital. Podemos comparar los nervios con cables eléctricos, a través de los cuales fluye el poder del prana. Los pranas no son los nervios, así como la electricidad no son los cables. El prana es una vibración interna que une los sentidos con la mente. Las sensaciones, por tanto, activan la mente y la mente comienza a sentir que algo hay fuera. Esto puede llamarse percepción indeterminada, donde la mente tiene una conciencia sin rasgos distintivos del objeto. Cuando la percepción se torna más clara, se convierte en determinada. Esta percepción mental usualmente se denominda cognición.

Más allá de la mente hay otra facultad llamada intelecto. Esta facultad juzga si las cosas son buenas o malas, necesarias o innecesarias, de esta clase o de esta otra, etc.; decide sobre el valor de un objeto y juzga si es positivo o negativo, moral, estético o religioso. Uno calcula la posición en que está, en relación con el objeto. Algunos psicólogos sostienen que la mente es un instrumento en manos del intelecto. Manas es la palabra Sánscrita para mente, la cual se considera como karana o instrumento, en tanto Budhi, es el término sanscrito para intelecto, el cual es el karata o ‘quien hace’. El intelecto juzga aquello que es conocido por la mente, y toma una decisión sobre la naturaleza de la acción a ejecutar respecto del objeto en las circunstancias dadas.

El intelecto está asociado con otro principio llamado ahamkara o ego. ‘Aham’ significa ‘Yo’, y ‘kara’ es aquello que se manifiesta, revela o afirma. Hay algo en nosotros que afirma ‘Yo soy’. Esta afirmación es ego. No se necesita la Lógica para probar el ego, puesto que no probamos nuestra propia existencia. Esta es una afirmación que no requiere evidencia, ya que toda la Lógica procede de ella. El ego es inseparable de la intelección individual, tal como la llama es inseparable del calor. El intelecto y el ego existen inextricablemente, y la intelección humana es la función del ego humano. Las funciones del ego son múltiples y forman la materia de la psicología.

Hay ciertas formas en las cuales los instrumentos psicológicos cominezan a funcionar en relación con los objetos. El ego, el intelecto y la mente, desempeñan las funciones de arrogación, entendimiento y pensamiento de los objetos. También existe un cuarto elemento llamado chitta, el cual no es fácilmente traducible al Inglés. El término ‘subconsciente’ (subconscious) se considera usualmente como equivalente. Aquello que está en la base de la mente consciente y que retiene la memoria, etc., es chitta o mente subconsciente. Pero en la psicología Yoga, chitta incluye también lo que en psicoanálisis es conocido como el inconsciente. Todo este aparato funcional tomado a la vez, es la psique o antahkarana, el instrumento interno. Este instrumento funciona en varias formas, y el Yoga se interesa en un completo estudio de estas funciones, porque los métodos del Yoga están encamindos finalmente a dar un paso serio respecto de todas estas funciones psíquicas.

Ahora, ¿cómo funciona el órgano interno? La psique produce cinco reacciones respecto del mundo exterior, algunas son positivas, otras negativas. Estos son los temas de la psicología general.

De “THE YOGA SYSTEM”

lunes, 23 de noviembre de 2009

MAHASAMADHI

Hoy hace 8 años abandonó su cuerpo físico Sri Swami Krishanandaji Maharaj. En un libro titulado “My Life”, Swamiji escribió:

"Dejo conferencias y libros como mi herencia para el mundo; a las personas que puedan ver, si tienen tiempo de ver, a las que puedan escuchar, si tienen tiempo de escuchar".

MY LIFE
Autobiography of Swami Krishnananda


Humildemente agregamos que "solo abandonó su cuerpo físico", porque Swamiji sigue aún con nosotros.

domingo, 22 de noviembre de 2009

¿Cuál es nuestro deber en la vida?

Uno no puede saber qué tiene que hacer a menos que la posición que ocupa en el mundo le sea conocida. Su deber, su actitud, las funciones que debe desempeñar, todo esto está determinado por la localización de su personalidad en una atmósfera dada. Por lo tanto, el concepto de 'deber' puede considerarse como algo relativo y no absoluto. Usted no puede prescribir una función particular como el deber de una persona por siempre hasta la eternidad. La persona de quien hablamos o a la que nos referimos, es en gran extensión idéntica a lo que podríamos llamar el individuo, el llamado ‘yo’, ‘tu’, etc. Nuestro deber en este mundo, lo que el mundo espera de nosotros, depende de qué somos, qué sabemos, de qué somos capaces y, de nuevo, todo esto depende de dónde estamos ubicados.

THE TEACHINGS OF THE BHAGAVADGITA

domingo, 15 de noviembre de 2009

NUESTRA RELACIÓN CON EL COSMOS

Nos hemos reunido aquí para adiestrar nuestras mentes en dirección de nuestra verdadera felicidad. ¿Realmente dónde se encuentra nuestra felicidad? ¿Dónde nos convertimos en personas completas? Estos son días en los cuales la gente es intensamente consciente del medioambiente del mundo. El medioambiente es muy importante. La vasta atmósfera que nos rodea es el medioambiente. No solo nos influye minuto a minuto todos los días, sino que en un análisis cuidadoso, comprenderemos que somos inseparables de ese medioambiente.

El medioambiente del cual hablamos es una clase de sociedad externa a nosotros. Sabemos muy bien en qué extensión cada persona depende de la sociedad humana externa, así como de la sociedad de la naturaleza –el aire que respiramos, el agua que bebemos, y la luz del sol con que nos bañamos-. Pero no solo esto. Hay grandes secretos que nunca aparecen ante nuestros ojos –especialmente, la cuestión de nuestra existencia misma-.

¿Existimos? Si es cierto que existimos, ¿dónde estamos existiendo? Generalmente preguntamos a una persona, “¿De dónde vienes?” La persona dice que viene de Delhi, Kanyakumari, Japón, Inglaterra, América, pero cualquiera que sea el lugar de donde vengamos, es como decir que venimos de la superficie de la tierra. Nos movemos sobre la superficie de la tierra. Realmente no hay países; no existen. Solo son demarcaciones conceptuales de la mente humana con el propósito de conveniencia administrativa. No existen los países. Solamente existe la superficie de la tierra.

El idioma que hablamos, que condiciona inmensamente nuestro medio cultural, se suma a la dificultad de no ser capaces de comprender que somos ciudadanos de este planeta tierra. Sin mencionar la cuestión de las nacionalidades y países, todavía nos adherimos a una comunidad, una villa o un distrito, e imaginamos que estamos restringidos a esa particular localidad.

La mente tiene la predilección de disfrutar las limitaciones de sí misma, encogiéndose más y más dentro de un muy, muy limitado capullo de individualidad prejuiciada, de tal manera que ese pequeñísimo nene, del llamado ‘Yo’ que hay dentro de la persona, se siente inmensamente feliz dentro de la tortuosa celda de su cubierta corporal.

El medioambiente del cual hablamos, desde un punto de vista es externo a nosotros, y desde otro punto de vista es inseparable. Si bien esta tierra es un planeta grande sobre cuya superficie, por así decirlo, nos arrastramos como insectos, la tierra es miembro de una familia más grande del sistema planetario, el cual está regido por el gran padre de todo el sistema, llamado operación solar.

Nuestra familia se extiende por galaxias enteras, las cuales son las fuentes de los diferentes sistemas solares. Fuerzas magnéticas que penetran íntegramente la atmósfera, tomando con frecuencia la forma de lo que generalmente la gente llama rayos cósmicos –que realmente no son rayos, sino energías magnéticas que dimanan del espacio exterior-, que se solidifican en las formas visibles de la existencia corporal de los seres humanos, árboles, montañas, y de la tierra misma.

El análisis cosmológico, aún desde un nivel puramente empírico, establece el hecho de que la vibración del espacio creó un movimiento que llamamos la actividad de la atmósfera, la cual penetra la superficie de la tierra. La fricción causada por este continuo movimiento del principio atmosférico, creó calor, el cual llamamos fuego. La condensación siguiente de estas fuerzas debidas a la actividad del espacio, se convierte en lo que llamamos líquido, y cuya forma solidificada, es esta misma tierra.

Es decir, que nuestra familia se extiende más allá de la superficie de esta tierra; toca los planetas, el sol, la luna y las estrellas. ¿Han escuchado que nuestras mentes operan de acuerdo con el movimiento de la luna en el cielo? El creciente y el menguante lunar, causa crecimiento y mengua en los sentimientos y emociones en la mente de las personas. Durante los días de luna llena y luna nueva, las personas por lo general se excitan sin saber realmente qué les sucede. En los días de luna llena, las olas del océano se levantan, como si quisieran capturar a la misma luna. La fuerza gravitacional de la luna hace que el líquido del océano se levante en turbulentas olas.

No quiere esto decir que solo el océano es empujado por la fuerza gravitacional de la luna. Toda la tierra es empujada. A causa de que la tierra es sólida, no se eleva como las olas de las aguas del océano; no obstante, el empuje es sentido uniformemente por cada partícula de la materia que conforma la tierra. ¿Y qué de nosotros? También somos empujados hacia arriba. Si las aguas del océano son empujadas hacia arriba, también lo es cada célula de nuestro cuerpo. Nos agitamos, nos alteramos, nos trastornamos, tenemos un humor cambiante, y las personas que tienen deficiencias mentales, que no son perfectamente normales, tienen una conducta errática, excitada y anormal, durante los días de luna llena y luna nueva.

La locura* de la mente viene de la palabra luna. Decimos que una persona es lunática, cuando está afectada por la luna. Así como existe la insolación por los rayos del sol, existe la insolación por la luna. En tal caso, hay perturbación causada por la mente.

Astrológicamente podemos decidir la condición de la mente de una persona por la localización de la luna en el horóscopo. Donde está situada esa luna – ¿en qué contexto, en qué esquina, en qué relación con otros planetas?

Es suficiente decir, que no estamos simplemente existiendo con comodidad aquí, independientemente, por nosotros mismos, en nuestras habitaciones con cerrojo. Esta idea debe desecharse. No pertenecemos a nosotros mismos. Si es cierto que tenemos que amar a nuestro prójimo, tenemos que conocer quién es nuestro prójimo. Esta pregunta fue hecha a Jesucristo: “Maestro, tú dijiste, ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’, pero quién es nuestro prójimo?”

¿Cómo sabrán quién es su prójimo? Aquel que está adyacente a ustedes; aquel que casi los está tocando; aquel que es inseparable de ustedes, quien los limita y los condiciona, de quien derivan beneficio, y aún de quien tienen algún miedo, ése es su prójimo. Ustedes quieren a su prójimo porque bajo ciertas condiciones, puede serles de asistencia, pero también temen a su prójimo, porque puede replicar, vengarse y comportarse de manera contraria a las expectativas de ustedes.

Así que el prójimo es un ser amigable y también alguien atemorizante. Así es la naturaleza. Nada puede ser más amistoso para nosotros que la vasta naturaleza, porque es la madre que nos dio la vida. La materia de nuestro cuerpo está conformada por los cinco elementos –tierra, agua, fuego, aire y éter-. Si ese es el caso, cómo podemos considerarnos como existiendo por fuera, externos a la naturaleza? Los ladrillos mismos que conforman este cuerpo nuestro, son la materia de los cinco elementos.
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* Lunacy en Inglés (N del T)

De "THE ATTAINMENT OF THE INFINITE"

domingo, 8 de noviembre de 2009

¿PUEDO "VER" A DIOS?

“¿En qué meditan ustedes? Es una pregunta que surge repetidamente. Los devotos de Dios toman una forma de Dios. Después de todo, debemos adorar solo a Dios. La idea de Dios surge en nuestras mentes sobre todo por el estudio de las Escrituras o la compañía de hombres santos. Hemos leído los Vedas o los Upanishadas, los libros épicos, los Puranas, el Corán o la Biblia, o alguna cosa que nos ha compelido a formarnos una idea particular de la divinidad. Concéntrense en la forma visualizada del Creador Supremo del universo de acuerdo con el medio cultural en el cual ustedes hayan crecido, teniendo en cuenta aún las impresiones étnicas que subyacen en la mente.

Cada religión cree en un Creador, pero cada religión difiere en cuanto a la idea del Creador. No debemos imponernos a nosotros mismos ningún pensamiento extraño a nuestra predilección personal o carácter esencial. No traten de introducir en sus mentes un concepto extraño a sus creencias y a su fe. Tomen esa forma particular del elevado ideal que los satisface, porque esa es su fe, su religión y su cultura: “Mi Dios está frente a mí”. Dios no está necesariamente en frente, pero el hábito de la mente de concebir todo como existiendo fuera de nosotros, persiste aún en las contemplaciones divinas. “¡Señor, ven! Deseo verte” Así es como los devotos ofrecen sus plegarias. Ustedes esperan que la divinidad, que Dios Todopoderoso se presente, y que sea en la misma forma en que ustedes esperan que aparezca.

Imaginen esa forma en su mente tanto tiempo como les sea posible. Si no pueden imaginar nada a causa de la veleidad de la mente, pongan un grabado de ese ideal imaginado de su divinidad en frente de ustedes y concéntrense en esa forma. De la cabeza a los piés, de los piés a la cabeza, contemplen todas las partes de esa maravillosa manifestación frente a ustedes. ¿Por qué meditan en esa divinivad? Porque es todo poder, todo conocimiento, y todo bien. Entonces sientan en su corazón que el Señor Krishna, o Rama, o Cristo está allí, cualquiera que sea Dios en sus mentes. Tremenda y profundamente, ajústense al sentimiento de que fulgores de compasión y poder emanan de esa divinidad, como que el gran Dios los está bendiciendo y un rayo de esperanza, divinidad, poder y solaz, se proyecta desde la palama de la mano de ese gran Dios y los inunda a todos. Ustedes son bañados en las aguas del conocimiento, en la satisfacción de la dulzura del néctar, y sienten la sensación de seguridad de que nadie puede tocarles un cabello, porque aquí está la fuerza protectora ante ustedes, lista a ofrecerles cualquier cosa que deseen. Ese es el paso inicial en el cual pueden ajustar su mente al concepto de su ishta-devata.

De “SADHANA THE SPIRITUAL WAY”

domingo, 1 de noviembre de 2009

EL CAMINO MEDIO

También se dice que la religión no puede enseñarse a estómagos vacíos; gran verdad con mucho significado. La realidad se manifiesta por grados y aún el plano físico es un grado de su expansión. No se trata de que uno pueda saltar a los cielos del espíritu desde el cuerpo que pesadamente se arrastra sobre la tierra sin una adecuada preparación. Alimentación, vestuario y techo, comodidades de la critura humana, son necesarias al menos en una mínima proporción, y aun cuando éstas son absolutamente escensiales, uno tendrá la oportunidad de adquirirlas con un sentido libre de apego y ansiedad. Muchas comodidades causan apego y muy pocas, ansiedad. De aquí que los principiantes en el Yoga de la meditación, deban seguir un camino medio con la escogencia de unos medios sanos y moralmente justificables para ganarse la vida mediante el servicio o la producción, de acuerdo con sus capacidades y en un grado permisible y posible. Demasiado idealismo completamente despojado del toque de realismo, será una piedra de tropiezo que al final conducirá a la caída, y al mismo tiempo, mucho interés en las comodidades materiales sin el idealismo encumbrado de la espiritualidad, conducirá al derrumbe de nuestros propósitos. El Madhyama Marga o el camino medio del que usualmente se dice fue el escogido por el Buda, es un buen ejemplo de evitar los extremos en cualquier curso de acción y de cómo templar la cuerda diestramente para producir la más hermosa música de la armonía de la vida. En el lenguaje del Bhagavadgita, esa destreza se llama Kausala, y la armonía Samatva, dos términos que tienen una amplia connotación, aplicable a todos los niveles de la vida. Mantener el cuerpo en perfectas condiciones de salud es una necesidad, aunque la intención sea trascender paso a paso sus demandas y limitaciones, mediante una moderada y gradual autorestricción.

De "THE YOGA OF MEDITATION"