lunes, 9 de julio de 2012

ERRORES RESPECTO DEL YOGA

Para comenzar es necesario aclarar ciertos errores respecto del yoga, los cuales prevalecen especialmente en algunos lugares de Occidente. El yoga no es magia ni hazaña física o mental. El Yoga está basado en una sana filosofía y una profunda psicología. Es un proceso educacional mediante el cual la mente humana es entrenada para que se torne más y más natural, sacándola de las condiciones de vida no naturales. El Yoga tiene un contacto particular con la psicología y, como estudio del ‘yo’, trasciende la psicología tanto general como clínica, y conduce a un nivel de vida super-normal. En Yoga nos estudiamos a nosotros mismos, mientras que en nuestros centros de enseñanza se nos pide estudiar objetos. En el sistema de Yoga lo que se requiere no es el estudio de las cosas, sino el estudio de la estructura misma del estudiante, puesto que lo conocido no es totalmente independiente del conocedor.

¿Cómo conocemos las cosas? Hay un proceso misterioso por el cual llegamos a conocer el mundo, y la vida es una actividad de tal conocimiento. Un estudio de la mente es un estudio de sus relaciones con las cosas. La instrucción ‘Conócete a Ti Mismo’, implica que cuando nos conocemos, conocemos todas las cosas conectadas con nosotros, por ejemplo, conocemos el universo. En este estudio debemos proceder siempre de lo bajo a lo alto, sin precipitación o provocación de las emociones.

La primera cosa de que somos concientes mediante la experiencia es del mundo. Existen ciertos procesos que toman lugar en la mente, por medio de los cuales llegamos a conocer la existencia del mismo. Hay sensaciones, percepciones y cogniciones, que caen bajo lo que llamamos ‘percepción directa’ o ‘conocimiento directo’ (pratyaksha), mediante las cuales se conoce, evalúa y juzga el mundo, con el propósito de establecer relaciones. Esas relaciones constituyen nuestra vida social.

Un estímulo de los sentidos sucede por la vibración que procede del objeto exterior. Esto sucede de dos formas: (1) por la presencia misma del objeto y, (2) por los rayos de luz, el sonido, etc., que emanan del objeto; vibraciones que afectan la retina de los ojos, el tímpano de los oídos o cualquiera otro de los sentidos. Tenemos cinco sentidos de conocimiento y a través de ellos recibimos toda la información concerniente al mundo. Si los cinco sentidos no actuaran, no podríamos saber si existe mundo. Por tanto, vivimos en un mundo de sentidos. Cuando la estimulación sensorial es producida por vibraciones recibidas de fuera, nos activamos. La actividad sensoria estimula la mente mediante el sistema nervioso, el cual conecta los sentidos con la mente por medio del prana o energía vital. Podemos comparar los nervios con cables eléctricos, a través de los cuales fluye el poder del prana. Los pranas no son los nervios, así como la electricidad no son los cables. El prana es una vibración interna que une los sentidos con la mente. Las sensaciones, por tanto, activan la mente y la mente comienza a sentir que algo hay fuera. Esto puede llamarse percepción indeterminada, donde la mente tiene una conciencia sin rasgos distintivos del objeto. Cuando la percepción se torna más clara, se convierte en determinada. Esta percepción mental usualmente se denominda cognición.

Más allá de la mente hay otra facultad llamada intelecto. Esta facultad juzga si las cosas son buenas o malas, necesarias o innecesarias, de esta clase o de esta otra, etc.; decide sobre el valor de un objeto y juzga si es positivo o negativo, moral, estético o religioso. Uno calcula la posición en que está, en relación con el objeto. Algunos psicólogos sostienen que la mente es un instrumento en manos del intelecto. Manas es la palabra Sánscrita para mente, la cual se considera como karana o instrumento, en tanto Budhi, es el término sanscrito para intelecto, el cual es el karata o ‘quien hace’. El intelecto juzga aquello que es conocido por la mente, y toma una decisión sobre la naturaleza de la acción a ejecutar respecto del objeto en las circunstancias dadas.

El intelecto está asociado con otro principio llamado ahamkara o ego. ‘Aham’ significa ‘Yo’, y ‘kara’ es aquello que se manifiesta, revela o afirma. Hay algo en nosotros que afirma ‘Yo soy’. Esta afirmación es ego. No se necesita la Lógica para probar el ego, puesto que no probamos nuestra propia existencia. Esta es una afirmación que no requiere evidencia, ya que toda la Lógica procede de ella. El ego es inseparable de la intelección individual, tal como la llama es inseparable del calor. El intelecto y el ego existen inextricablemente, y la intelección humana es la función del ego humano. Las funciones del ego son múltiples y forman la materia de la psicología.

Hay ciertas formas en las cuales los instrumentos psicológicos cominezan a funcionar en relación con los objetos. El ego, el intelecto y la mente, desempeñan las funciones de arrogación, entendimiento y pensamiento de los objetos. También existe un cuarto elemento llamado chitta, el cual no es fácilmente traducible al Inglés. El término ‘subconsciente’ (subconscious) se considera usualmente como equivalente. Aquello que está en la base de la mente consciente y que retiene la memoria, etc., es chitta o mente subconsciente. Pero en la psicología Yoga, chitta incluye también lo que en psicoanálisis es conocido como el inconsciente. Todo este aparato funcional tomado a la vez, es la psique o antahkarana, el instrumento interno. Este instrumento funciona en varias formas, y el Yoga se interesa en un completo estudio de estas funciones, porque los métodos del Yoga están encamindos finalmente a dar un paso serio respecto de todas estas funciones psíquicas.

Ahora, ¿cómo funciona el órgano interno? La psique produce cinco reacciones respecto del mundo exterior, algunas son positivas, otras negativas. Estos son los temas de la psicología general.

De “THE YOGA SYSTEM”

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