domingo, 23 de enero de 2011

EL YOGA DE LA MEDITACIÓN


Parte II

El Yoga del Bhagavadgita

Continuación

La interioridad del Atman es la subjetividad del Atman. El Atman no es un objeto. No es un 'vishaya' y por tanto, el movimiento de la mente hacia un objeto no es la forma de contactar el Atman, porque cualquier tipo de movimiento externo es incompatible con los requisitos de la naturaleza del Ser de alguna cosa. El Atman no está fuera, aunque está en todas partes. Esta es otra peculiaridad que tenemos que entender. Ustedes pueden preguntarme por qué no está fuera cuando decimos que está en todas partes. Una cosa que está en todas partes, debe estar también fuera. Sí, y no. Está dentro y aun así está en todas partes. El significado es este: es una omnipresencia caracterizada por la subjetividad, el significado de la cual debemos entender apropiadamente. Es la ‘Vaishvanara Atma-tattva’ de que nos hablan las Upanishadas. El Atman es Vaishvanara, dice la Upanishada, lo que quiere decir que es el Ser de todo el mundo. El Ser de algo implica la no-objetividad de esa cosa en particular. La connotación de la palabra 'Ser', es la imposibilidad de ser objetivizada de manera alguna. No puede ser objetivizada ni en concepto, ni en pensamiento, ni en mente. El Ser no puede externalizarse ni con el más grande esfuerzo de imaginación. Este es el significado de la palabra 'Ser', 'Atman', y aún así está en todas partes. Es posible para cualquiera, es humanamente concebible visualizar el estado donde la mente puede fijarse a sí misma en una omnipresencia incapaz de externalizarse u objetivizarse. Este peculiar, novedoso y enigmático estado del Ser es el Estado Deífico. Este es el 'Atma-Tattva'. Con frecuencia se nos dice que el Atman es Brahman, y cuando estudiamos estos pasajes en las Upanishadas, probablemente imaginemos que una cosa está identificada con la otra. El Atman es armonizado con Brahman, o se funde en Él, o se identifica con Él de alguna manera. Pero no hay tal cosa. El Atman no va a identificarse con Brahman, y no va a haber ninguna conexión entre los dos porque no son dos cosas diferentes. Son solo dos enunciados de un estado novedoso que no puede ser fácilmente aprehendido, a menos de que sea explicado en sus varios aspectos.

Cuando resaltamos el aspecto omnipresente de este Ser, lo llamamos Brahman. Cuando resaltamos el Ser de esa misma Omnipresencia, la llamamos Atman. Ninguno de los dos términos, Brahman y Atman, tiene una connotación diferente, sino que son dos definiciones diferentes o dos aspectos de un mismo Ser. El Aspecto Ser, se llama Atman; el Aspecto Omnipresencia, se llama Brahman. Ahora debemos interpretar el significado de ambos aspectos en un solo acto de la mente. Esto es realmente Yoga. En un relámpago de comprensión es posible entrar en la combinación de ambos aspectos, Atman y Brahman. Ordinariamente no es posible porque el Ser que es incapaz de objetividad, no puede concebirse como un Ser omnipresente, porque en el momento en que concebimos la omnipresencia, la externalizamos, se convierte en algo espacial y, por tanto, temporal.

Nuestra idea de omnipresencia es algo como la vasta expansión del espacio. Pero el espacio no es una comparación apropiada para esta omnipresencia, porque aunque el espacio está en todas partes, es externo. Es algo que la mente puede concebir y, por tanto, el espacio también es temporal. La omnipresencia intemporal, que es la naturaleza del Ser, no es espacial. Por cuanto no es espacial, no es objetiva, así que la actividad normal de la mente en términos de 'vishaya' u objeto, debe controlarse con el propósito de que se establezca en la naturaleza del Atman. Esta técnica de controlar la mente, repito, es llamada Yoga. Esto se indica con la palabra, 'Viniyatachitta'.

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