miércoles, 4 de abril de 2012

PRANAYAMA

Swami Krishnananda
En las primeras etapas de pranayama, no debe haber retención de la respiración, sino solo inhalación y exhalación profundas. El prana tiene que aceptar las condiciones que se le van a imponer, de aquí que se deba evitar cualquier intento por practicar la retención. La respiración rápida que hacemos diariamente debe sustituirse por una respiración lenta, y en lugar de la respiración superficial, se debe practicar gradualmente la respiración profunda. Mentes agitadas respiran con flujo desigual. Las penas ocultas son a propósito para perturbar el pranayama. Uno puede cumplir sus funciones, como ir a la oficina diariamente, y, sin embargo, tener la mente en calma. Pero otra persona puede no hacer nada, y estar muy nerviosa, acongojada y sumida en la tristeza. Se debe observar con cuidado, que la mente esté dócil para la práctica. 

En la respiración para la salud, el pecho debe henchirse durante la inhalación. Sentimos alegría cuando respiramos con el pecho expandido al máximo. Para el mantenimiento de la buena salud, son esenciales inhalaciones profundas de aire fresco a diario. Es obligatorio estar al aire libre todos los días por no menos de dos horas. El pranayama es un método no solo de armonizar la respiración, sino también los sentidos y la mente. Siéntese en un habitación bien ventilada, y respire profundo. Entonces exhale despacio. Esta práctica debe continuar por algún tiempo, por ejemplo, un mes. Después se puede comenzar el pranayama con proporción en la respiración. La técnica de respiración que en yoga generalmente se denomina pranayama, se efectúa en dos etapas:

Exhale despacio y profundo. Tape la fosa nasal derecha con el dedo pulgar derecho. Inhale despacio por la fosa nasal izquierda. Tape la fosa nasal izquierda con el dedo anular derecho y a la vez quite el pulgar derecho de la fosa nasal derecha. Exhale muy despacio por la fosa nasal derecha. Luego reverse el proceso comenzando con la inhalación a través de la fosa nasal derecha. Esta es la etapa intermedia del pranayama sin retención de la respiración, y solo con inhalación y exhalación alternadas. Esta práctica puede continuar por otro mes. En el tercer mes, el perfeccionado pranayama puede comenzar: Inhale como antes, a través de la fosa nasal izquierda. Retenga la respiración hasta que repita su Ishta Mantra una vez, y entonces exhale despacio. La proporción de inhalación, retención y exhalación, se supone que debe ser de 1:4:2. Si se toma un segundo para inhalar, serán cuatro segundos para retener, y dos segundos para exhalar. Generalmente la cuenta de esta proporción se hace con lo que se llama matra, el cual es de unos 3 segundos, o el tiempo que se toma cantar OM tres veces, ni muy rápido, ni muy despacio. Inhale por un matra, retenga por cuatro matras y exhale por dos matras. No debe haber prisa en incrementar el tiempo de retención. Que usted esté cómodo durante la retención o no lo esté, es lo que se debe tener en cuenta para la duración de la retención. No debe haber sentimiento de asfixia en la retención. La regla aplicable a la asana, también es válida para el pranayama. Sthira y sukha, fácil y confortable, sin tirantez o dolor de ninguna clase, debe ser la práctica de la asana y el pranayama, la cual es un lento y gradual avance del proceso. La duración del pranayama depende de la condición individual del cuerpo, del tipo de sadhana que efectúe, y de la clase de vida que uno lleve. Todos estos son factores importantes que deben tomarse en consideración. La variedad normal de pranayama en yoga es la descrita arriba, y se denomina ‘sukhapuraka’ (fácil de practicar). Los otros tipos de pranayama, tales como bhastrika, sitali, etc., son solo auxiliares, y no esenciales para el yoga de meditación. Hay muchos detalles que se discuten en el Hatha Yoga, que atañen al pranayama. Uno de ellos, por ejemplo, se refiere a que en la retención, es preferible hacer tres cierres (bandhatraya), que son mulabandha, uddiyanabandha y jalandharabandha. Pero todo esto no está directamente relacionado con el fin del yoga. El Pranayama no es la meta del yoga, sino solo un medio para llegar. En últimas, es la mente la que tiene que ser subyugada, y el pranayama, etc., son los preparativos. Cuando uno tiene cita con una autoridad elevada, debe superar muchos obstáculos, y uno debe satisfacer con sus credenciales a muchos niveles inferiores. De la misma forma, tenemos esos guardias del sistema corporal, los pranas, que no se pueden eludir fácilmente. Se les debe dar su cuota. Debemos hacer algo con el cuerpo y los pranas, dándoles lo debido a su posición y función. Tenemos nuestros problemas sociales y también personales. Las situaciones sociales deben ser abordadas con la práctica de los yamas, y las personales deben calmarse con los niyamas. El prana es un asunto netamente personal y su regulación es una precondición para una disciplina más elevada. No se debe intentar una etapa más alta, a menos que la inferior haya sido atendida de manera apropiada. No hay saltos, sino un progreso gradual a través de cada una de las etapas, aunque una etapa pueda ser comparativamente insignificante. De esta manera, por la práctica del pranayama, se prepara el fundamento para un ritmo del cuerpo, mente, nervios y sentidos. Realmente el prana suena la alarma para despertar todo en el sistema. Cuando el prana se activa, los poderes se despiertan.     

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