martes, 22 de marzo de 2011

EL YOGA DE LA MEDITACIÓN


Parte II

El Yoga del Bhagavadgita

Continuación

El anhelo por llegar a una comunión con la Realidad está presente, aunque en forma latente, aun en el nivel más bajo que se pueda concebir. Este deseo no está ausente aun en la existencia material más basta. El anhelo por despertar a una conciencia de la Realidad se manifiesta a sí mismo en varias etapas, e incluso la llamada condición inconsciente de la materia inorgánica, no está fuera del alcance de este anhelo universal por el Absoluto. La condición de la forma más densa de ignorancia, como puede verse en la materia inanimada, es solo un carácter de la preparación de la individualidad potencial para elevarse al estado de Suprema Experiencia. En este sentido podemos decir que nada está por fuera del Absoluto. Ni el peor mal posible, ni la más fea de las formas, ni el vicio más intenso, pueden considerarse como externos a la constitución del Absoluto, porque en este disolvente cósmico que llamamos Absoluto, todo se transforma en la forma más refinada de oro o diamante, cualquiera que haya sido su forma o contorno primitivos. Cuando se ve el pedazo de un hermoso brazalete como una parte aislada, realmente no parece hermoso, pues ha perdido la conexión con el total del que forma parte. Aun los pedazos pueden crear una forma hermosa si se unen en la forma del modelo de aquello completo de lo que son un fragmento. Junte todos los pedazos del brazalete roto y acomódelos en la forma redonda que le es esencial, y ya no verá la pieza rota. El carácter de pedazo se desvanece cuando entra en la vital totalidad que es el brazalete y de nuevo será hermoso. ¿Qué pasó con la fea forma que se veía en la pieza rota?
Lo bello de una cosa o la fealdad de un objeto, la virtud o el vicio que vemos en las cosas, todos son puntos de vista, no la esencia de las cosas. Lo bello, lo feo, la virtud o el vicio, no existen realmente, pero son el carácter, la manera, el método de leer un significado en la sustancia desde un punto de vista particular. De otra parte, el punto de vista del Absoluto incluye todos los puntos de vista concebibles. Incluye mi punto de vista, el de ustedes, y el de todos los seres. No se puede ver la perfección de la Creación, cuando no se puede visualizar el punto de vista total.
Por qué Dios ha creado un mundo desagradable es una pregunta que algunas personas hacen de vez en cuando. Pero si realmente es desagradable, es cuestión sobre la que hay que reflexionar. ¿Por qué hay dolor en el mundo? Pero ¿sabemos que existe el dolor? Nuestro sentimiento sobre el dolor es nuestra definición del dolor, y el sentimiento del dolor puede existir aun si el dolor no está realmente allí con una existencia objetiva, porque nuestra definición de los valores y nuestra lectura del significado de las cosas es el resultado del condicionamiento que caracteriza nuestra individualidad, y el defecto que vemos en la Creación no es más que la finitud del individuo que ve el defecto. No puede haber defecto en la perfección que es el Ser Total, y toda maldad cualquiera que sea su naturaleza, bien sea física, social, política o ética, todas estas formas de fealdad, maldad y enemistad, son las lecturas que hace la conciencia aislada sobre las formas proyectadas en la contraparte de su propia naturaleza. Cualquier cosa que veamos en el mundo, sea la Naturaleza física o los individuos en forma de seres vivientes, todos son el correlativo de nuestro propio centro de observación. Debemos ser capaces de apreciar que cuando vemos algo, cuando tratamos de entender algo, y cuando juzgamos cualquier valor, no nos incluimos nosotros en la observación. Permanecemos fuera del objeto que tratamos de observar y juzgar. Así que ya hay algo incompleto en el objeto de juzgamiento, ya que nos hemos separado de él, sin que realmente podamos separarnos desde el punto de vista del al Perfección.
Lo Real no excluye nada. Lo incluye Todo. También a nosotros. La visión perfecta no puede excluir la posición del observador, y un observador no puede hacer una observación correcta de nada si trata de estar fuera, como un observador. No existe ningún tipo de observación correcta, sea científica o de otra clase, si el observador va a estar vitalmente separado del contexto del objeto que va a ser observado y estudiado. Esta es la razón por la cual mediante observaciones científicas no podemos tener ningún conocimiento de la Realidad Última, porque el experimento científico y la observación son los métodos adoptados para conocer un objeto a través de un instrumento por cuya posición y momento de percepción, el individuo que observa siempre estará apartado del objeto. La posición del instrumento también perturba, en alguna extensión, la naturaleza de la observación y la conclusión a la cual se llega. En el lenguaje científico moderno tenemos el 'principio de indeterminación', que es el resultado de observar la estructura sub-atómica de las cosas a través del más sutil instrumento posible, y a la vez una conclusión que ha llevado a la teoría de que, tal vez, la causalidad no existe en la Naturaleza, que efectos definidos no necesariamente provienen de causas definidas, esto por la hipótesis de que el movimiento de los electrones alrededor del núcleo no puede determinarse matemáticamente, ni mediante ninguna clase de ecuación algebraica, ni siquiera cuando son observados a través del más fino instrumento. Por cuanto ha sido imposible observar matemáticamente la relación causal que rige el electrón y el núcleo alrededor del cual gira, o en el contexto del movimiento de los electrones, se ha juzgado que dicha relación no existe en la Naturaleza y, por tanto, la indeterminación prevalece en todas partes. Esta teoría se ha introducido en otros campos del conocimiento, tales como la ética, la moral y la sociología. Pero dicha conclusión no necesariamente es correcta, pues la incapacidad para observar la relación causal que existe en el reino de las partículas sub-atómicas, puede fácilmente deberse a la interferencia del instrumento de observación al paso del movimiento del electrón.
La posición del instrumento de observación ejerce una influencia magnética sobre el objeto observado, y debido al hecho de que el objeto es perturbado, parece que se moviera de manera errática. Retiremos el instrumento para observar el electrón, pero si retiramos el instrumento, no podemos observar la partícula. Con el instrumento no podemos conocer la verdad; sin el instrumento, no podemos observar nada. Este es el sino de la técnica científica, y estos métodos científicos también han sido adoptados por los sistemas lógicos de filosofía, de tal manera que la filosofía moderna, la cual es altamente lógica, puede considerarse como científica en el sentido de que incorpora en su sistema los métodos empleados en la física moderna y, por tanto, tampoco la filosofía puede evitar los defectos involucrados en la observación científica. Cualquiera que sea el defecto de la observación sensorial a través del telescopio o el microscopio, es también el defecto de la observación a través del intelecto o principio racional, porque aunque haya una gran diferencia entre el instrumento físico, como el microscopio, y el instrumento psicológico, como el intelecto, hay algo común entre los dos, a saber, ambos son instrumentos de percepción y los defectos implicados en los instrumentos son similares en vista de que el defecto se debe al hecho de que el instrumento no está puesto en una relación orgánica con el objeto de observación y, simultáneamente, el observador ha cometido el error de estar aparte en espacio y tiempo del objeto de observación. De tal manera que ni por métodos científicos, ni por sistemas lógicos de filosofía, puede realizarse la verdad última.

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