lunes, 14 de febrero de 2011

EL YOGA DE LA MEDITACIÓN

Parte II

EL YOGA DEL BHAGAVADGITA

Continucaión:

La práctica del Yoga no es una supresión de la mente o la voluntad. Es más bien una sublimación de la constitución de todo el reino mental. Es una ebullición de la mente en su quintaesencia, y una habilitación de ella para evaporarse en la atmósfera cósmica; por tanto, usted no debe ejercer fuerza sobre ningún aspecto defectuoso de su mente antes de que realmente haya dado un paso positivo en la práctica del Yoga. La debilidad puede superarse por varios métodos, tal como un buen médico adopta diversos tratamientos contra una enfermedad, sea por inyecciones, dieta, régimen, etc., al mismo tiempo que suministra la medicina apropiada, así como por aislamiento, cuarentena, etc. La mente también debe ser tratada de esta forma, pero no se puede aplicar un solo método. Puede aislarla psicológicamente; algunas veces puede hacer que ayune y otras, alimentarla, pero usted debe saber cuándo alimentarla y cuándo hacerla ayunar, en qué proporción, dónde, cuándo y de qué manera. Esta es la técnica de un buen doctor. Usted no puede aplicar a la mente el método erróneo, porque la mente es 'usted'. No es algo fuera de usted, y no está fuera, porque lo que se llama mente, es su propia estructura interior. En Yoga usted está tratando con su propio ser, el objeto y el sujeto son tratados idénticamente. Usted es el medio y también el fin. En cada etapa de ascenso en la práctica del Yoga la misma cosa viene a ser tanto el sujeto como el objeto en diferentes grados de intensidad, hasta que finalmente se alcanza la etapa donde la diferencia entre el aspecto subjetivo y el objetivo se reduce a una identidad del ser, de tal forma que al final no existe ni el sujeto ni el objeto. Este estado Supremo del Ser, que no puede considerarse como sujeto ni como objeto, es el omnipresente Atman, en el cual se debe establecer la mente, y es con este propósito que en el Gita se prescribe el 'niyamana' o control de la mente.

No siempre el Bhagavadgita describe lo detalles menores, sino que expone un esquema amplio de las diferentes etapas de práctica. Nos corresponde conocer las intenciones, los significados tras las afirmaciones, y algunas veces debemos leer entre líneas. Debemos conocer cuál puede ser el carácter o la naturaleza del control que se ejercerá sobre la mente, con el propósito de ver que se establezca en la omnipresencia del Ser; también es necesario educar la mente paso a paso en el arte de la no-objetividad. Este es el significado del auto-control: el control del ser inferior con el propósito de experimentar el ser Superior. En forma simultánea hay etapas del ser inferior y también del ser Superior. Así que en cada etapa hay un grado del ser inferior que debe controlarse y sobrepasarse, y un grado del ser Superior que debe alcanzarse. Cuando se alcanza el grado del ser inmediatamente superior, éste se convierte en el inferior del siguiente grado del ser, de tal manera que en cada etapa, usted tendrá un propósito qué lograr mediante el auto-control. Sin embargo, en cada etapa la naturaleza del control varía en su técnica cualitativa. La técnica que usted adopte en una etapa puede no aplicarse en la siguiente, aunque la instrucción es que debe haber control de lo inferior con el propósito de experimentar lo superior. Uno debe saber qué clase de control debe ejercer en un tipo particular de etapa del ser inferior, puesto que hay grados en la intensidad de lo inferior, así como en la etapa más elevada o próxima superior.

Todo esto requiere la guía de un Maestro espiritual, así como usted va a un doctor cuando está bajo tratamiento por una enfermedad crónica. ¿Por qué va al médico? Porque cada día usted tiene un problema nuevo, y algunas veces puede haber una reacción del tratamiento cuando éste no es administrado apropiadamente. Con frecuencia usted tendrá nuevos sentimientos y experiencias, tanto físicas, como vitales y mentales. Con este propósito es que usted va al médico, para comparar sus experiencias y sentimientos con el conocimiento del facultativo, de tal manera que pueda decirle qué está sucediendo y cuál es el siguiente paso en el tratamiento. Así mismo, y por un período prolongado, uno debe estar cerca de un guía espiritual. Esta no es una técnica que se aprenda mediante el estudio de libros, porque es una forma de vida plena de vitalidad y significado. Está conectada con la vida práctica en cada etapa, y no es solo cuestión de entender o conocer una técnica teórica. Por cuanto cada paso en Yoga, aun el menor, aun el más ínfimo, está conectado con la vida práctica, con su propio ser, se hace necesaria la guía personal, porque cuando se adopta un método particular, se usa una técnica para controlar la mente en meditación, y es probable que se sigan automáticamente ciertas experiencias, y esas experiencias afectarán todo el sistema, tanto físico, como vital y psicológico. En esos momentos usted debe ser capaz de saber qué está sucediendo, no debe quedar pasmado o confundido. Patanjali, en especial, menciona varias indicaciones de lo que probablemente va a suceder, como temblores del cuerpo, visiones de diversas clases, etc. Las diferentes experiencias, tanto físicas como mentales, pueden ser procesos del tratamiento mismo, pero usted debe ser capaz de saber que son las etapas necesarias por las cuales debe pasar. De nuevo debo enfatizar la necesidad de un Gurú, porque algunas veces la práctica del Yoga es como jugar con fuego. Los expertos afirman que el esfuerzo por controlar la mente puede compararse con sacar el agua del océano usando una hoja de pasto.

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