miércoles, 15 de febrero de 2017

¿Cuidar los peniques perdiendo las libras?

Diciembre 12, 1990, de mañana


Larry: Practiqué algo de meditación esta mañana.

Swamiji: Todos los días, con profunda concentración, sumergiéndote en ti mismo.

Larry: Traté de salir de mí, como usted me sugirió.

Swamiji: Te pierdes para ganarte.

Larry: Traté de proyectarme algunos pies lejos de mí.

Swamiji: Sí; eso es perfectamente correcto. Proyéctate lejos de ti y vuélvete un ser más grande que el que pareces ser. Ahora eres una pequeña persona dentro del cuerpo. Quiero que te vuelvas más grande. Cuando te ubicas lejos de tu cuerpo, te vuelves más grande de lo que eres. Tu dimensión aumenta y e incluso puedes ubicarte en el sol, la luna y las estrellas, no simplemente en la alfombra, de modo que la dimensión se vuelve tan grande que pareces casi la Existencia Universal. 

Sencillamente, puedes ubicarte en la periferia del espacio tanto como sea posible, de modo que estés tan lejos de lo que pareces ser ahora que te asemejes a una universalidad inclusiva, absorbiendo todo en ti, sin que quede nada afuera. “Soy lo que soy”, “Soy aquello que soy”, como quieras llamarlo – ésta es la técnica de meditación. Debe hacerse todos los días por un período lo más largo posible. Éste es el deber primordial de una persona. Todos los otros deberes son subsidiarios, secundarios. De otro modo, estarás cuidando de los peniques y perdiendo las libras. Todo el asunto de la vida es sólo una cuestión de cuidar de los peniques, perdiendo las libras. Eso no debe suceder.

Cuando te pierdes a ti mismo, ganas todo. Puedes ganar el mundo entero pero perderte a ti mismo. Toda iniciativa de la gente, en todas partes del mundo, es una aventura para ganar el mundo y perderse a sí mismo. Estamos muy preocupados por las cosas del mundo externo y no nos preocupamos por nosotros mismos, como si el mundo pudiera existir aún sin nosotros. Cuando tú no estás allí, tu mundo tampoco lo está.

Por lo tanto, cuida de ti y todas las cosas se cuidarán solas. Cuando riegas la raíz de un árbol, no necesitas regar las ramas y las hojas por separado. Las ramas pueden ser cientos; sin embargo, puedes cuidar muy efectivamente cientos de ramas y hojas regando y nutriendo una sola cosa, la raíz del árbol. No necesitas preocuparte por la numerosa variedad y diversidad de este mundo si conoces la raíz y cuidas de eso. El mundo se cuidará automáticamente, ya que la raíz cuidará de las ramas, las hojas y los frutos.

“Dios primero, el mundo después, tú último”. Eso es lo que solía decir Swami Shivanandaji Maharaj – la causa primero, el efecto después. Dios estuvo primero; el mundo vino después y tú eres lo último, de modo que no te puedes posicionar primero. El primero es el más grande, incluye lo producido y te incluye a ti. Es nuestro deber meditar. No es algo que haces como una ocupación; es el arte de ser tú mismo. Nada puede ser más ventajoso para una persona que ser el propio ser. “Sé fiel contigo mismo”. Ser fiel con todo, excepto con uno mismo, es en vano.


Tomado del libro de Swami Krishnanada “Los problemas de la vida espiritual”




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