lunes, 19 de noviembre de 2012

PERCEPCIÓN INVERTIDA

También los sentidos toman lo impuro por lo puro. Pensamos que nuestro cuerpo es hermoso y querido, y otros cuerpos conectados con él, también son queridos. Nos abrazamos a las cosas como a formas hermosas, sin saber que hay una impureza esencial subyacente a su aparente belleza. Para conservar la así llamada belleza y pureza del cuerpo, nos dedicamos diariamente a muchas rutinas, tales como el baño, la aplicación de jabón, cosméticos, etc., y cuando esto deja de hacerse, veremos lo que realmente es el cuerpo. La verdadera naturaleza del cuerpo se revela si, por algunos días, uno no lo atiende. Ese también es el caso con todas las otras cosas del mundo. Todas las cosas manifiestan su naturaleza cuando no se les presta atención. Cuando el cuerpo está enfermo y hambreado, muestra su verdadera forma. En la vejez, es visible su real naturaleza. Tal es la belleza de este cuerpo prestado: artificial, engañosa. ¿Por qué no vemos la misma belleza en el cuerpo afectado con una enfermedad mortal, o cuando está muerto? ¿A dónde va nuestro afecto por el amado cuerpo? Hay una confusión en la mente, que ve cosas donde no las hay, y construye valores a partir de su imaginación. Hay una fealdad subyacente que finge la belleza tomándola de otra fuente, y se hace pasar por una sustancia hermosa, tal como el espejo brilla tomando prestado el brillo de la luz. Es la luz la que brilla, y no el espejo, aunque generalmente decimos que el espejo brilla. Confundimos una cosa con la otra. La belleza no pertenece al cuerpo, sino a algo distinto que los sentidos y la mente no pueden visualizar o entender. Así, las escrituras de yoga describen cómo este cuerpo es impuro. ¿De dónde ha venido el cuerpo? Vaya a su origen y comprenderá cuán puro es ese lugar. ¿Qué sucede cuando no se le atiende, cuando está seriamente enfermo, o es privado de sus pranas? ¿Dónde está la belleza del cuerpo del cual los pranas han partido? ¿Por qué no vemos belleza en un cadáver? ¿Qué era lo que nos atraía de un cuerpo vivo? No se puede confiar en los informes de los sentidos.


También confundimos el dolor con el placer. Cuando estamos sufriendo, creemos que estamos disfrutando placeres. En términos psicoanalíticos, esto es comparable a una condición de masoquismo, en la cual se disfruta el sufrimiento. Uno está tan sumergido en el dolor, que la misma condición de dolor le parece una satisfacción. El hombre nunca ha conocido lo que es la verdadera felicidad, lo que es la alegría, lo que es el regocijo. Nació en la aflicción, vive en aflicción y muere en aflicción. Este grave estado, lo confunde el hombre con la condición natural. “Por cuenta de la consecuencia que sigue a la satisfacción de un deseo, la ansiedad por perpetuarlo, las impresiones producidas por el placer, y el flujo perpetuo de las gunas de prakriti, todo es aflicción”, dice Patanjali. Solo la mente que discierne, es la que descubre los defectos inherentes en la estructura del mundo.

Tomado de 'THE YOGA SYSTEM'

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