domingo, 4 de abril de 2010

EL YOGA COMO CIENCIA UNIVERSAL

CAPÍTULO 1 – DIOS, EL HOMBRE Y EL UNIVERSO
Puesto que las personas en todo el mundo conocen la palabra ‘Yoga’, existen tantas ideas y definiciones de la palabra, como personas en el mundo. Con frecuencia se dice que cada cabeza es un mundo. Cada persona tiene su propia concepción de lo que es el Yoga; algunas veces es muy enfática, otras veces es poco aproximada, algunas veces mal interpretada y otras, deliberadamente tergiversada. Pero los buscadores de la ‘Perfección’, harían bien en tomar las cosas seriamente, y no tomar el asunto como un problema sociológico, o algo que servirá para obtener riqueza, nombre y fama. El Yoga es algo querido por todos; si uno supiera lo que realmente es, nada podría ser más querido para el hombre que el Yoga. No es un asunto que se escoge para estudiar, como en el colegio, con el propósito de obtener un grado, sino un sistema que debemos acoger en nuestra propia vida personal y práctica como un arte, por el cual nos aproximaremos mejor al gran ideal de toda la vida.

¿Qué es el Yoga?
El Yoga, definido de forma simple, es ‘Unión’, una descripción con la cual estamos familiarizados. Pero no es fácil saber qué clase de unión, o unión ‘con qué’. Igualmente, surge en la mente la duda de ‘para qué’, es esa unión. En primer lugar, no está claro qué cosas se van a unir en aquello llamado Yoga. En segundo lugar, ¿por qué se debe luchar para lograr esa unión? ¿Qué ganaremos? ¿Cuál es el propósito y cuál el misterio tras el Yoga? Estas dificultades deben despejarse desde el principio.

El sistema del Yoga es una práctica, y esa práctica no es otra cosa que nuestra conducta en la vida, en nuestro manejo de los hechos a la luz de la naturaleza de las cosas o por mejor decirlo, a la luz de la estructura del universo. No podemos conducirnos de manera irrelevante para la naturaleza de las cosas, puesto que estamos en el mundo y no por fuera de él. De aquí que el sistema o principio que opera tras el mundo o el univrso, espera que nosotros respetemos la ley que reina suprema en el mundo o universo, y cualquiera que preste oídos sordos a la ley de la vida, será castigado por esa ley a causa del efecto que vendrá en forma automática.

El sistema que rige el universo es de tal manera espontáneo, que no necesita un operador. De cierta manera podemos decir que el universo funciona como un enorme ordenador. Funciona de acuerdo con sí mismo. La reacción está programada para que actúe de forma automática, sin que nadie opere el equipo. Acción y reacción son iguales y opuestas. Esto es algo que conocen todos en los terrenos de la física y las matemáticas. Esto es así, por la organización de las cosas que llamamos ‘universo’. Y no debemos olvidar que no estamos fuera del universo. Tampoco estamos fuera de la sociedad humana, ni tampoco fuera de este mundo, ni del planeta Tierra, ni del cosmos. Por cuanto estamos inseparablemente relacionados con esta gran atmósfera llamada sociedad humana, el mundo y el universo, nuestra conducata debe estar en consonancia con la forma en que esta atmósfera funciona. Por esto puede decirse que el Yoga es esa conducta necesaria de la personalidad o individualidad de todos los que se acogen a los requerimientos del universo. Muchas veces estamos equivocados en nuestra visión de la vida, en la forma como juzgamos las cosas, así como en nuestro comportamiento en la sociedad, debido al hecho de que no tenemos un conocimiento adecuado de la forma en que trabaja el universo, y por tanto no sabemos cuál es nuestra relación precisa con él. De esta ignorancia nuestra se sigue de manera natural que nuestra conducta en la vida pueda ser un grave error sobre los requerimientos de las leyes del universo.

De "Yoga as a Universal Science"

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