sábado, 14 de enero de 2017

¿Cómo sabe uno que la meditación es el remedio para los defectos de la vida?

El arte de la meditación no es un trabajo para ser realizado en la forma en que efectuamos en la vida los deberes diarios de la profesión, puesto que todas las actividades de la vida están en forma de una función de la individualidad o la personalidad, actividades que son, en gran medida, extrañas a la naturaleza, debido a lo cual, después del trabajo viene la fatiga y, en ocasiones, quedamos completamente hastiados con el trabajo. Pero la meditación no es una función de esta clase, y es diferente de las actividades con las cuales el hombre generalmente está familiarizado. Si en algún momento nos sentimos cansados de la meditación, solo tenemos que concluir que hemos estado involucrados en otra clase de actividad que, aunque llamemos meditación, realmente no lo es.

Debemos hacer una distinción cuidadosa entre nuestro ser y la acción que procede de nuestro ser. Lo que en ocasiones fatiga a la persona es ésta última, y no la primera. Podemos cansarnos del trabajo, pero no podemos cansarnos de nosotros mismos. Se sigue naturalmente que cuando quiera que estemos cansados de un trabajo o función, ésta no es parte de nuestra naturaleza, sino extraña a ella. Si la meditación se va a convertir en un trabajo o función de nuestro ser, también estará por fuera de nuestra naturaleza y algún día, no solo estaremos cansados, sino hastiados de ella, puesto que se impone como un elemento extraño a nuestro ser o naturaleza, y es una característica del ser esencial deshacerse por varios métodos de cada cuerpo extraño.


Los aspirantes del sendero espiritual generalmente están familiarizados con el hecho de que la meditación es la cima del Yoga, así como la consumación del esfuerzo espiritual. 5 Pero en realidad son muy pocos los que acceden a su significado central, pues la mayor parte de su esencialidad se pierde en una confusión, que generalmente sucede por equiparar la meditación con una clase de trabajo o actividad de la mente, razón por la cual, la mayor parte de las personas encuentra difícil sentarse en meditación por largo tiempo, y son vencidos tanto por el sueño, como por el cansancio general del sistema psicofísico. Es curioso que aquello a lo que uno apunta como la meta de su vida se convierta en causa de fatiga, frustración y, aun en ocasiones, de disgusto. Las personas intentan conocer los secretos de la meditación a causa de la insatisfacción con las actividades normales de la vida y al detectar un vacío en el valor de la existencia terrenal. Si aun este remedio que se buscó para llenar el vacío de la vida crea la sensación de otro vacío, defecto o insatisfacción, y si hay factores que pueden presionar a la persona hasta pensar que ya es ‘suficiente’ la meditación y la hacen cambiar a otra actividad, tal como una diversión, se debe concluir que existe un serio defecto en nuestro concepto de meditación. Cuando cuidadosa y afectuosamente investigamos sobre la meditación como ejercicio espiritual, nos encontramos cara a cara con ciertas verdades tremendas acerca de la Naturaleza y la Vida como un todo. Antes de dedicarnos a alguna tarea, necesitamos una idea clara de la misma, o al final haremos un lío sobre lo que se suponía, íbamos a hacer. La pregunta fundamental es: '¿Cómo sabe uno que la meditación es el remedio para los defectos de la vida?'

Tomado del libro El Yoga de a Meditación, por Swami Krishnananda.

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