lunes, 10 de septiembre de 2012

CONTROL DE LOS SENTIDOS

Debe emplearse un poco de entendimiento en el control de los sentidos. Es necesaria una disciplina filosófica para adiestrarnos hacia ese entendimiento. No debemos caer en la impresión de que es fácil controlar los sentidos. Nadie lo ha hecho, y no es fácil hacerlo. Los sentidos son terribles. No los podemos controlar por fuerza de voluntad. Pero pueden ser subyugados en alguna extensión en el mismo sentido en que una enfermedad crónica puede, hasta cierto punto, controlarse. La enfermedad no puede erradicarse totalmente, pero se puede frenar su vehemencia. Igualmente los sentidos pueden subyugarse en algo, aunque solo pueden conquistarse totalmente en meditación profunda, en Samyama, en Samadhi y finalmente, en Kaivalya Moksha. No antes.

De acuerdo con la técnica de Pratyahara mencionada en los Yoga Sutras, el retiro de los sentidos se intenta de muchas maneras. La primera y más ordinaria forma es el aislamiento físico de uno mismo con respecto a las cosas tentadoras. Entonces, habiéndose ubicado en una atmósfera apropiada, se debe meditar sobre las circunstancias de control perfecto del deseo por los objetos de los sentidos, y no solo sobre la percepción de ellos. Debe acabarse el gusto por los objetos de los sentidos. Vairagya o abandono, renuncia, es la ausencia de deseo. Vairagya o Viraga significa ausencia de Raga. Eso significa liberación de los deseos. Liberación interna de los deseos se llama Vairagya o renunciación. Vairagya no es solo una disociación física de los objetos. ¿Pero como podemos estar libres de deseo por algo, cuando sabemos que puede satisfacernos de alguna manera? Estamos confundidos, y por eso tenemos la impresión de que los objetos pueden satisfacernos. Entonces, una vez más, se hace necesaria una educación intelectual; se demanda una investigación racional. No podemos subyugar nuestros deseos a menos que estemos seguros de que están completamente satisfechos, sea porque se extinguieron gracias a que fueron cumplidas sus demandas, o por su sublimación mediante un profundo entendimiento. Aquí la Gracia de Dios es de vital importancia. Solo Dios puede ayudarnos, nadie más. Daivi hyesha gunamayi mama maya duratyaya, mameva ye prapadyante mayametam taranti te. Es la fuerza de Dios o Sakti la que se manifiesta como deseo. ¿Quién puede contra ella? Toda nuestra fuerza no puede nada ante el Sakti de Dios. Hércules no puede. La única forma para el buscador espiritual es rendirse a Él y clamar, "Oh, ¡Señor! Ayúdame, estoy desamparado", y Él se hará cargo del buscador.

De "YOGA AS A UNIVERSAL SCIENCE"

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