lunes, 19 de septiembre de 2011

EL SISTEMA YOGA


CAPÍTULO 3

LA REALIDAD ESPIRITUAL

¿Y qué es lo más profundo? El cuerpo físico siendo externo, como parte del mundo físico debe considerarse un objeto, como las otras cosas del mundo, y está constituido por los cinco elementos. Este cuerpo material de los cinco elementos actúa como vehículo de ciertos poderes que trabajan desde dentro. Nuestras acciones son movimientos de esos poderes. Hay una energía dentro del cuerpo que es diferente de los elementos. Esa energía se llama prana o fuerza vital. El prana tiene muchas funciones que son responsables por el funcionamiento del cuerpo. Los órganos de acción, a saber, el del habla (vak), las manos (pani), los pies (pada), los genitales (upastha) y el ano (payu), se mueven por el poder del prana. Pero el prana es una energía ciega y necesita ser dirigida apropiadamente. Sabemos que no hacemos algo por hacerlo en cualquier momento, sino que actuamos con algún método e inteligencia. Hay un principio rector tras el prana. Pensamos, antes de actuar. La mente es, por tanto, interna al prana. Pero el pensamiento, de nuevo, es regulado por algo más. Nos ocupamos en pensamiento sistemático y seguimos un curso lógico en cada forma de contemplación y acción. Ese determinante lógico de todas las funciones en la vida es el intelecto, que es la más elevada de las funciones humanas, y es inseparable del principio del ego en el hombre.

Todas estas funciones del aparato psicológico son, sin embargo, confinadas a lo que se llama el estado de vigilia. El ser humano parece estar pasando de este estado a otros, tales como el de ensueños y el de sueño profundo. Aunque tenemos alguna clase de conciencia en el estado de ensueños, en el sueño profundo estamos despojados de toda conciencia. No obstante, sabemos que existimos cuando dormimos. Esto significa que podemos existir sin hacer nada, aún sin pensar. La condición del sueño profundo es una paradoja para la psicología y la parte esencial del análisis que hace el Yoga. Es extraño que en el sueño profundo no sepamos ni siquiera de nosotros mismos y, sin embargo, sabemos que entonces existimos. Una experiencia pura y simple de la naturaleza de la sola conciencia es lo que constituye el sueño profundo, no obstante que no estemos conscientes de ello, debido a una dificultad peculiar en la cual parece que quedamos involucrados cuando dormimos. En el sueño profundo la conciencia no está asociada con los objetos, de ahí que permanezcamos sin darnos cuenta de todo lo exterior. Al mismo tiempo hay inconsciencia de la propia existencia debido a que hay potencialidad para la percepción objetiva. El resultado es, sin embargo, que lo más profundo en el individuo es la conciencia, la cual es llamada con nombres tales como el atman, Purusha, etc. Este es el real Ser.
(CONTINÚA)
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