lunes, 4 de abril de 2011

EL YOGA DE LA MEDITACIÓN

Parte II

El Yoga del Bhagavadgita

Continuación

Debemos comprender la diferencia entre las penas ordinarias de la humanidad y la aflicción descrita como parte del Yoga del Bhagavadgita. Esa aflicción es un estado muy elevado. No es la usual condición de caída del alma comprometida, sino un paso que da el alma sobre el fenómeno ordinario de Samsara o vida fenomenal del mundo. Pero el primer paso es el comienzo del Yoga. Cuando nos extraemos nosotros mismos del contacto con lo exterior, se supone que estamos realmente en el Primer Capítulo del Bhagavadgita. La extracción o 'pratyahara', como se le llama, no nos lleva inmediatamente a la conciencia del verdadero Yoga. Una oscuridad precede el grandioso ascenso que vendrá después.

El conocimiento que tenemos en este mundo es sensorial y, en últimas, aun el conocimiento intelectual o racional es sensorial, puesto que es una forma refinada de percepción sensorial, entonces existe una gran diferencia cualitativa entre la percepción espiritual o intuición, y el contacto sensorial que en el lenguaje ordinario llamamos conocimiento. Cuando extraemos todas las facultades de los sentidos y del intelecto, hay ausencia del conocimiento ordinario. Cesa la visión del mundo. Uno no pude ver un objeto que esté en frente. Cuando se retiran los sentidos de los objetos que son sus contrapartes, naturalmente no puede haber percepción. Los sentidos se retraen de los objetos y entonces, ¿cómo pueden concebir o percibir los objetos? No hay visión de ninguna clase. Todo es oscuridad. Esa oscuridad, que es el resultado de retirar el contacto de los objetos de los sentidos, es un estado muy avanzado, el cual precede inmediatamente a la condición que se describe en el Segundo Capítulo del Gita, donde Dios mismo viene, por así decirlo, y nos lleva de la mano a regiones elevadas. Por esta razón el Primer Capítulo del Bhagavadgita es un estado necesario en Yoga, aunque es llamado Vishada-Yoga o el Yoga de la aflicción. Es la condición en la cual el alma que busca se encuentra cuando se retira de contactos exteriores y corta relación con los fenómenos externos. Entonces comienza un nuevo tipo de interpretación de los valores, desde donde el alma comienza a visualizar todo en el contexto de la relación de cada cosa con el total, y no cada cosa en su capacidad localizada.

La diferencia entre la clase de conocimiento con que interpretamos las cosas en ese estado, y el que usamos ordinariamente, es esta: mientras miramos un objeto o visualizamos algo, vemos una persona o juzgamos cosas, olvidamos la relación de esa persona, objeto o cosa, con el todo al cual todas las cosas realmente pertenecen. Siempre cometemos el error de juzgar individualmente, de evaluar aisladamente y decimos, 'esa persona es buena o mala', 'esto o aquello, es hermoso o feo', etc. Sin duda esto es un juicio erróneo, puesto que no es posible para nosotros, como individuos, como observadores aislados, leer el contexto y la relevancia que el objeto tiene en su conexión interna con el total al que pertenece. Por esta razón, en últimas, todo juicio es erróneo. En realidad no puede haber un juicio correcto si es hecho por un individuo aislado, y el objeto también es algo aislado. En el estado de Yoga, la forma de evaluar cambia. Todo se juzga desde el punto de vista universal.

La visión del Absoluto comienza realmente desde el primer capítulo del Gita, aunque solo sea una indicación inicial de la Gran Visión. Gradualmente se incrementa la intensidad de la percepción, y esa intensidad se describe en varias formas a través de los versos de los diferentes capítulos del Bhagavadgita, hasta que llegamos a la conclusión del capítulo Sexto, donde hay un completo reacondicionamiento de la personalidad, y el individuo alcanza un elevado estado de concentración. Esa condición concentrada en la cual el individuo se enfoca con el propósito de realizar la tarea es el Dhyana-Yoga descrito en el capítulo Sexto, condición en la que cuando estamos fijos, somos entonces una personalidad integrada, y no un individuo disperso.

Pero tampoco el capítulo Sexto es la totalidad del Yoga. Este es solo la terminación de la integración de la personalidad, la cual es necesaria para un ascenso más elevado que comienza en el capítulo Séptimo, donde como Hánuman volando sobre el océano hacia Lanka, el individuo intenta cruzar el mar de la existencia para entrar en el océano del Absoluto. A partir del capítulo Séptimo del Bhagavadgita la individualidad, que es la característica del individuo observador, pierde su esencia gradualmente y comienza a armonizarse con lo Universal. Mientras que en los primeros seis capítulos se describe el individuo, lo Universal es el tema de los siguientes seis capítulos; y no es suficiente si solo describimos o tratamos de visualizar superficialmente lo Universal. Debe haber una unión del individuo con el Ser Total, y ese es el propósito de los últimos seis capítulos. Integración del individuo, visualización de lo Universal y la unión del individuo con el Ser Universal, son las etapas del Yoga del Bhagavadgita. Alcanzamos la consumación en el último capítulo, llamado Moksha-Sannyasa, la renunciación de cada carácter de individualidad en la liberación del espíritu, lo cual es el viaje de Arjuna y Krishna en el coche del cosmos, quintaescencia del significado del último verso:

Yatra yogesvarah krishno yatra partho dhanur-dharah;
Tatra srir vijayo bhutir dhruva-nitir matir mama.

Cuando Arjuna, que es el individuo integrado y purificado, se sienta en el mismo coche de Sri Krishna, el Absoluto Supremo, entonces por doquier se asegura la paz, la prosperidad, la victoria, la plenitud y la justicia. Es la justicia de satya y rita, proclamadas en los Vedas. El evangelio del Bhagavadgita es el evangelio del Yoga que al mismo tiempo es cósmico, individual, social, político y todo lo que sea relacionado con la vida. Este Yoga es para todo el mundo, para usted, para mí, para cada estado personal; de aquí que este Yoga que es la interpretación del individuo en términos de los más elevados valores de la vida, y el juzgamiento de cada estado inferior en términos del más alto, debe ser tomado como la regla ética, legal y social de la vida humana. El principio del Yoga del Bhagavadgita es, por lo tanto, que uno debe vivir en conciencia de la Suprema Realidad y conducirse en la vida, cualquiera sea el estado en que uno esté, a la luz de esta conciencia de los elevados reinos del ser.

Versión Completa AQUÍ

FIN DE "EL YOGA DE LA MEDITACIÓN"

1 comentario:

  1. This blog is bookmarked! I really love the stuff you have put here.

    generic cialis

    ResponderEliminar